Ruta por Montmartre

Ruta por Montmartre

Montmartre se encuentra en el imaginario de cualquier viajero. El barrio bohemio por excelencia sigue manteniendo su estilo único y encantador que lo convierte en visita obligada en nuestro viaje a París. Te cuento todo lo que necesitas conocer para que disfrutes de tu visita en esta ruta por Montmartre.

El itinerario que describo va más allá de los lugares famosos del barrio como Basilique du Sacré-Cœur, la Place du Tertre o el Moulin Rouge. Mi intención es que descubras el Montmartre verdadero, ese barrio de minúsculas y pintorescas plazas, calles sinuosas, pequeñas terrazas, largas escalinatas e inolvidables rincones.

Esta ruta fue la que realicé en mi visita. Solo me queda desearte que disfrutes tanto del paseo como lo disfrute yo.

Consejo: Si es posible, haz la visita entre semana.

Breve historia del barrio de Montmartre

Este pintoresco barrio que fue independiente de la ciudad de París hasta 1860 toma su nombre de la colina sobre la que se asienta (de 130 metros). Su nombre literalmente significa “Monte de Marte” aunque esta denominación se cristianizó como “Monte del Mártir”, aludiendo al martirio de San Denís, obispo de París y patrón de Francia que fue decapitado en este lugar en el siglo III.

En la Edad Media era una zona de monasterios, organizado en torno a su antigua Abadía y poblada por campesinos, artesanos y molineros. En los siglos XVII y XVIII, los numerosos molinos levantaban sus aspas en lo alto de la colina para moler el trigo y prensar la vid.

A mediados del siglo XIX, debido al plan urbanístico del Baron Haussmann y Napoleón III, un gran número de edificios del centro de Paris fueron demolidos para construir las grandes avenidas y bulevares. Por lo que muchos parisinos se vieron obligados a desplazarse a Montmartre. Esto propicio un caldo de cultivo perfecto para la bohemia, la diversión decadente, el arte más irreverente y el cabaret. Pero no fue hasta finales del siglo XIX cuando Montmartre se convierte en la meca de artistas, escritores y poetas como Monet, Dalí, Picasso, van Gogh y Renoir.

Hoy en día se puede disfrutar de las distintas épocas que ha vivido la colina paseando entre sus calles. Pienso que es justamente esto lo que la hace tan encantadora.

Ruta por Montmartre

Una observación antes de comenzar, este paseo por Montmartre se ha diseñado para subir el menor número de cuestas posibles. Como es lógico puedes seguir el itinerario propuesto o coger ideas para armar tu propia ruta ¡Espero que te guste!

Mapa Ruta por Montmartre

1. Comenzamos a conocer el barrio más bohemio de París

Te propongo comenzar la ruta en la salida del metro Anvers, donde tiene parada los trenes de la línea 2, azul oscura. Para saber cómo puedes llegar hasta aquí, te dejo el enlace al mapa de metro de París (ver mapa).

Al salir del metro ve a mano derecha, hasta la Rue de Steinkerque. Ésta calle, llena de tiendas de souvenir, te lleva directamente a la Place Saint Pierre donde comienza la escalinata de la Basilique du Sacré Coeur.

Curiosidad: La Place Saint Pierre es el primer lugar de esta ruta que aparece en la película de Amélie. Es en esta plaza donde Amélie llama por teléfono a Nino (desde una cabina colocada únicamente para el rodaje) para entregarle el álbum de fotos.

2. Funicular

Ahora que tienes más energía que al final de la ruta ¿Te animas a subir los 197 escalones que te separan de la Basílica? O… ¿Prefieres utilizar el funicular que comunica la parte baja del barrio con su parte alta?

Funicular de Montmartre

El funicular de Montmartre comenzó a funcionar en el verano de 1900. Actualmente, funciona automáticamente y tarda aproximadamente un minuto y medio en llegar a la cima. La entrada, una extraordinaria marquesina transparente diseñada por  François Deslaugiers, se encuentra en un costado de la Plaza (ver mapa).

Datos de interés:

  • Horario: 06:00 a 00:45
  • Precio: 1,90€, el mismo que el de un billete sencillo de metro. Si tienes la tarjeta Paris Visite o Tarjeta Navigo o Paris Pass subir en el funicular está incluido.

¡Ojo! Tener mucho cuidado con los carteristas en el funicular ya que aprovechan las aglomeraciones que se suelen formar.

Consejo: Una vez arriba no vayas directamente a la basílica. Según sales del funicular ve a mano izquierda, en la esquina te esperan unas vistas de París con la torre Eiffel de fondo.

Y… hablando de vistas panorámicas, las que hay enfrente de la Basílica del Sagrado Corazón. Desde este punto tendrás París a tus pies. Podrás ver las torres de Notre Dame, la estructura de hierro y cristal del Gran Palacio, intuir donde está el Louvre, el Palacio de la Opera y mucho más. Es posible que estés rodeado de turistas sentados, subiendo por la escalinata, andando hacia la iglesia o hacia la Place du Tertre, un mal menor si recordamos que estamos conociendo uno de los barrios más encantadores de la ciudad.

3. Basílica del Sagrado Corazón, primer imprescindible

Estas ante uno de los lugares más emblemáticos de la capital francesa, la Basilique du Sacré-Cœur de estilo neobizantino y piedra blanca.

De su fachada, seguramente, te llame la atención sus cúpulas, de las cuales la central mide 80 metros de alto y el pórtico principal adornado con estatuas ecuestres de Juana de Arco y Luis IX.

En mi visita me resulto llamativo ver dos estatuas armadas en una basílica. Si atendemos al momento histórico en el que se propuso la creación de ésta, seguro que entendemos mucho mejor porque el edificio tiene muchos elementos decorativos que simbolizan el nacionalismo francés.

Te cuento. Esta basílica se comenzó a construir en 1875 en memoria de todos los soldados fallecidos en la guerra franco-prusiana, de la que Francia salió derrotada en 1870. Además, en dicho momento Francia pasaba por una etapa social y económica complicada. Por lo que la basílica se construyó con el objetivo de ayudar a que los parisinos recuperasen la fé religiosa perdida tras tantas desgracias.

Algunos datos curiosos del Sacré Coeur son:

  • En su interior encontrarás el mayor mosaico de Francia. Una obra de Luc-Oiliver Merson que representa al Sagrado Corazón.
  • Su campana, «la Savoyarde», es la más grande de Francia y una de las más pesadas del mundo.
  • El color blanco característico de esta basílica se debe a la piedra travertina con que está construida. Esta roca sedimentaria rezuma calcita constantemente asegurando así la blancura permanente del edificio a pesar de la erosión y la polución.

Datos de interés:

  • Precio:
    • Basílica: La entrada es gratuita.
    • Domo y cripta: 5€ para las personas entre 4 y 16 años, 8€ para el resto
    • Domo: 4€ para las personas entre 4 y 16 años, 6€ para el resto
    • Cripta: 2€ para las personas entre 4 y 16 años, 3€ para el resto
  • Horario:
    • Basílica: Abierta todos los días de 06:00 a 22:30. Último ingreso para las visitas es hacia las 22:15.
    • Cúpula: 8:30 a 20:00 de mayo a septiembre y de 09:00 a 17:00 de octubre a abril.
  • Audioguía gratuita  en diversos idiomas descargable desde aquí.
  • Acceso WIFI gratuito.

Basílica del Sagrado Corazón

4. Place du Tertre, segundo imprescindible de Montmartre

La siguiente parada es uno de los lugares más emblemáticos del París bohemio, la Plaza du Tertre.

Desde hace décadas en esta plaza se reúnen pintores y retratistas que pintan, exponen y venden sus obras al aire libre. Es por ello que este lugar tiene el sobrenombre de la plaza de los pintores.

Mientras paseas por esta plaza rodeada de edificios del siglo XVIII, uno quiere imaginar esa época en la que este lugar debía de ser reducto de bohemios y artistas, donde descansaban, leían, tomaban un café e incluso daban los primeros trazos o escribían las primeras líneas de algunas de sus obras.

Nada más lejos de la realidad actual. Hoy en día la Place du Tertre es uno de los lugares más concurridos de Montmartre. En 1980 la afluencia llegó a un nivel tan alto que este Municipio de París tuvo que instaurar una nueva reglamentación. Actualmente, son los Servicios Culturales quien otorga a los pintores una autorización para instalarse en la plaza. Son casi 300 los artistas seleccionados y comparten un emplazamiento para dos de aproximadamente 1m2.

La plaza está rodeada de cafés, creperías y tiendas de souvenirs y productos típicos.

Consejo: Si quieres llevarte un recuerdo del viaje, aprovecha y echa un vistazo en las tiendas de la plaza y alrededores ya que los souvenirs y productos autóctonos son más asequibles aquí que en el centro de la ciudad.

Curiosidad: En el número 3 todavía se ve una placa indicando que allí estaba el antiguo ayuntamiento de Montmartre antes de su anexionó a París en 1860.

Place du Tertre

5. La Maison Rose y la viña

Salimos de la plaza de los pintores y vamos a la pequeña Maison Rose con ventanas verdes de modesta apariencia pero famosa en la historia de la pintura.

La Maison Rose se encuentra en la esquina de las calles Rue l’Abreuvoir y Rue des Saules, la cual pasó a formar parte de una de las pinturas de Maurice Utrillo.

Utrillo puede ser considerado una de las grandes figuras de la pintura del siglo XX. Nació en Montmartre en 1883 y formó parte de la denominada Escuela de París. Si tienes curiosidad por ver el cuadro pincha aquí.

En la actualidad la Casa Rosa, además de ser un restaurante, es un imán para los instagramers y no me extraña, pues está muy bien conservada. En cierto modo nos permite imaginar cómo era la colina en otros tiempos.

Para seguir imaginando como era el antiguo barrio, baja por la Rue des Saules y descubre la viña de Montmartre.

Maison Rose

¿Montmartre y viñedos? La primera vez que leí sobre este curioso lugar me llamó la atención. De Montmartre es característico sus pintores, cabarets y molinos pero por viñas…

Investigando descubrí que desde el año 944 está certificada la existencia de viñedos en las colinas de Montmartre. De hecho en el siglo XVI, Montmartre era el centro principal de los vinos que se producían en los alrededores de París y que incluso se llegaron a beber en la corte. Poco a poco el vino de la zona fue perdiendo calidad y el número de viñedos fue disminuyendo. Aunque no fue hasta 1928 cuando desaparecen completamente.

En 1933, en memoria de la antigua tradición vitícola de Ile-de-France y en contra de la expansión inmobiliaria que estaba sufriendo el barrio, se decidió crear este viñedo de 1500 metros cuadrados.

Entre estas viñas se incluyen las variedades más tradicionales de las provincias vinícolas de Francia, así como una selección de híbridos. El conjunto está adornado con plantaciones decorativas. Todo ello es atendido a lo largo del año por los agentes de los Parques, Jardines y Espacios verdes de la Ciudad de París, contando incluso, desde 2016, con un enólogo.

El acceso público no está permitido, excepto en ocasiones excepcionales, como el «Festival del jardín» o el primer sábado de octubre, durante el festival de la cosecha, en francés “Fête des Vendanges de Montmartre

Curiosidad: Enfrente de los viñedos se encuentra Lapin Agile, el cabaré más antiguo de París. En su época de mayor esplendor, este local era frecuentado por grandes artistas como Pablo Picasso.

6. Villa Léandre, el otro Montmartre

Villa Léandre

Te animo a que te alejes por un rato del Montmartre más turístico y descubras esa parte del barrio tranquila y encantadora.

Si te apetece conocer una de las ubicaciones donde se rodó la película de Amelie continúa bajando la calle hasta Rue Caulaincourt, gira a la izquierda y continúa hasta Rue Lamarck. A pocos metros está la parada de metro Lamarck – Caulaincourt.

Esa escalinata te suena ¿verdad? Efectivamente, aquí se rodó la escena en la que Amelie se despide del señor invidente después de guiarle hasta la boca de metro en una especie de visita guiada, pues le va describiendo lo que sus ojos no llegan a ver.

Para seguir con la ruta sube las escaleras, por donde también subió Amelie, camina por Rue Caulaincourt y Avenue Junto hasta Villa Léandre.

Si prefieres saltarte la anterior parada, tras ver los viñedos, sube a la Maison Rose, gira a mano derecha y baja la calle. Estas en Rue de l’Abreuvoir, una de las calles más bonitas de París. No olvides echar la vista atrás para ver las cúpulas de la basílica del Sagrado Corazón, verás una imagen que han capturado muchas cámaras. Continua recto hasta Avenue Junto. A la altura del número 23, en la acera de la derecha, se encuentra la entrada a la Villa Léandre.

Esta villa es uno de los sitios curiosos del barrio. Se trata de una calle adoquinada sin salida que destaca por el estilo anglonormando de las casas que la bordean. Realmente, tiene encanto.

Curiosidad: Al final de la calle, en el número 15 y 17, se encuentra el sitio donde antiguamente se ubicaba uno de los molinos de Montmartre, du moulin de la béquille.

7. Le Moulin de la Galette, tercer imprescindible 

Hablando de molinos… Te animo a que continúes con la ruta, aunque sea cuesta arriba, para conocer los dos molinos que subsisten en Montmartre: el Radet y el Blute-Fin.

Estos dos molinos, en 1870 se convirtieron en el Moulin de la Galette, la famosa explanada con jardines, mirador y salón de baile. Es en esta época cuando llama la atención de pintores como Toulouse-Lautrec y Picasso. Aunque la obra más conocida es “el baile del Moulin de la Galette” pintada por Renoir.

No es posible visitar ninguno de los dos molinos. Además, al encontrarse en un lugar elevado se han de observar a cierta distancia.

Consejo: Para tener una buena perspectiva de Le Moulin Radet tendrás que subir algunos metros la Rue Lepic. Le Moulin Blute-Fin es más complicado de ver debido a la vegetación que hay delante de él.  La “mejores” vistas están entre la intersección de la Rue Lepic y la Rue Tholozé.

Le Moulin de la Galette

8. Place des Abbesses y Muro de los Te quiero, cuarto imprescindible

Ya que estás en la Rue Tholozé baja la calle y gira a la izquierda por Rue Durantin. Continua recto hasta donde se cruzan la Rue des Trois Frères y la Rue Androuet ¡No te preocupes! Está todo explicado en el mapa.

Curiosidad: En esta esquina se encuentra la famosa frutería que aparece en la película de Amelie, exactamente en el número 56 de la Rue des Trois Frères.

Baja por el Passage de Abbesse, que está enfrete de la frutería. Al final del pasaje se encuentra otro de los  imprescindibles, La Place des Abbesses.

Esta plaza, con forma triangular, tomó su nombre actual en 1867. Anteriormente se llamaba Place de l’Abbaye, el cuál hacía mención a la abadía de las Dames de Montmartre que se encontraba en la zona y fue desmantelada después de la Revolución.

Place des Abbesses y Muro de los Te quiero

En mi visita, según descendía la calle en dirección a la plaza, me llamó la atención la iglesia de Saint-Jean. El edificio no pasa desapercibido debido a su revestimiento en ladrillo rojo y a la combinación del estilo bizantino y Art Nouveau.

Una vez en la plaza, mi mirada fue de la fuente de Wallace, al tiovivo y del tiovivo a la estación de metro que se encuentra detrás. En ese momento, rodeada de elementos tan parisinos, fui más consciente de que estaba disfrutando de la ciudad.

La estación de metro Abbesse es una estación especial de París por varios motivos. Se trata de la estación más profunda de París (30 metros bajo tierra).

Además, su decoración es única tanto por dentro como por fuera.

Dentro, en las paredes de la escalera de acceso al andén hay mosaicos con imágenes del distrito de Montmartre. Para disfrutar de ellos tendrás que recorrer los 115 escalones que conectan la entrada con las vías del metro ¡Animo!

Por fuera, la entrada al metro es de las originales, diseñada por Héctor Gimard en estilo Art Nouveau. El techo de vidrio la hace todavía más especial, pues es una de las dos que quedan en París con esta peculiaridad.

A la espalda de la entrada del metro Abbesse se encuentra el romántico jardín del Square Jehan Rictus y dentro de él, el famoso Muro de los Te quiero. Esta obra imaginada por Frédéric Baron y Claire Kito, está compuesto por 612 azulejos, sobre los cuales se pueden leer más de 300 « te quiero » en 250 idiomas.

9. Restaurante Le Basilic, recuperemos fuerzas

Ya comenzaras este paseo por la mañana (como fue mi caso) o por la tarde, estoy segura que un descanso es bienvenido y más si es una parada gastronómica.

Deshaz el camino andado y sube la Rue des Abbesses. En esta calle y sus aledañas hay un gran número de restaurantes. En mi visita, mis compañeros de viaje y yo apostamos por el restaurante “Le Basilic” y estoy convencida de que ¡acertamos!

La Basilic es un encantador restaurante de estilo rustico. Este se encuentra en el número 33 de Rue Lepic. Para situarnos, la calle Rue des Abbesse finaliza en una pequeña plaza, Place Anne-Marie Carrière en francés. Continua recto por la plaza, al final de ella encontraras La Basilic.

Este restaurante, frecuentado tanto por turistas como por locales, ofrece excelentes platos tradicionales. He de comentar que, como en muchos de los restaurantes parisinos, tienes que estar dispuesto a comer pegado a la mesa de al lado pero esto es compensado por el ambiente cálido del local, la amabilidad y simpatía del personal, la presentación de los platos y por supuesto, lo ricos que estaban.

Además, no es un lugar caro, al medio día tienen un menú de entrante y principal o principal y postre por 12,90€. Por lo que la relación calidad-precio es muy buena. Te dejo aquí en enlace para que puedas ver otras opiniones de tripadvisor.

Consejo: Si te gustó la película de Amelie, disfruta del postre en La Basilic pero toma el café o infusión en uno de los rincones más singulares de la película, el Café des Deux Moulins. Esta cafetería es el bar-estanco donde trabajaba la protagonista y así nos lo recuerda un cartel de la película expuesto en un buen lugar. El rincón del estanco ha desaparecido, pero el bar sigue teniendo su auténtico mostrador de metal de bistrot parisien. El Café des Deux Moulins se encuentra en la Rue Lepic número 15, muy cerca del restaurante La Basilic.

Restaurante Le Basilic

10. Moulin Rouge, quinto imprescindible 

Esta ruta se acaba pero no puede tener mejor final, el Moulin Rouge.

Este símbolo de la Belle Époque y de la bohemia de Montmartre, fue fundado en 1889 por Joseph Oller y Charles Zidler. Gracias a su ubicación en un barrio de moda, a una arquitectura poco convencional y una decoración extravagante, que incluía un gigantesco elefante de escayola en el jardín, el Moulin Rouge fascinó a una sociedad con ganas de diversión.

El Moulin Rouge, el cabaré inmortalizado por Toulouse-Lautrec, lleva más de un siglo moviendo sus aspas en las noches de París. De hecho, los espectáculos (conocidos como revistas) continúan hoy en día. Actualmente, la revista Féerie y sus 80 artistas animan las noches del Moulin Rouge a través de un espectáculo que reconstruyen particularmente su historia. Si quieres conocer más, visita su página oficial.

Al lado del Moulin Rouge está la entra de metro Blanche, donde tiene parada los trenes de la línea 2, azul oscura. Por lo que… ¡Ya la conoces! Se trata de la misma línea que lleva a la estación de metro donde comienza la ruta.

Moulin Rouge

Otros rincones que puedes incluir en la ruta

  • Museo de Montmartre. En este museo se exhiben, pinturas, litografías y documentos relacionados con el bohemio y revolucionario pasado político del área. Para más información consulta la página oficial.
  • Espacio Dalí. En este museo que se encuentra en la Rue Poulbot 11, se muestran más de 300 obras de Salvador Dali. Consigue más información en su página oficial.
  • Cementerio de Montmartre. Fundado en 1789, es el cementerio más famoso de París después del de Père Lachaise.

Mapa de Montmartre

Aquí tienes el mapa completo con todos los lugares mencionados y el itinerario propuesto:

Enlaces de interés

Para más información sobre Montmartre te aconsejo las siguientes páginas:

Para conocer todo lo que nos ofrece París, te aconsejo que leas el artículo ¿Qué ver en París?

Y si tienes alguna duda o sugerencia sobre que ver y hacer en Montmartre, deja un comentario. Estaré encantada de contestarte.

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